Comunicado

Evidencias científicas que sustentan la seguridad y eficacia de ivermectina frente al COVID-19


Dado el elevado interés y debate público a escala nacional que ha generado el potencial uso del fármaco ivermectina como estrategia de tratamiento preventivo y/o terapéutico frente al SARS-CoV-2, desde el Laboratorio de Farmacología del CIVETAN consideramos oportuno aportar información sobre las bases científicas que lo sustentan, ayudando a clarificar la situación ante la comunidad médica y la opinión pública.

 La pandemia producida por el virus SARS-CoV-2 ha generado enormes dificultades a nivel sanitario, económico y social, con un impacto tan significativo que a futuro se hablará de la sociedad pre y post-COVID-19. Los promisorios avances en el desarrollo de vacunas abren la esperanza para que en el corto/mediano plazo se pueda contar con una herramienta esencial en la prevención de esta enfermedad. A pesar de los numerosos esfuerzos, no existe en la actualidad un tratamiento antiviral aprobado que demuestre elevada eficacia sobre SARS-CoV-2 y que pudieran utilizarse como complementos de la futura vacuna.

Ivermectina es un fármaco antiparasitario, que tras su lanzamiento en 1981 se convirtió en el medicamento más utilizado en la historia de la medicina veterinaria. A los pocos años, fue incorporado para el tratamiento de diferentes enfermedades parasitarias en medicina humana, siendo extensivamente utilizado en muchas regiones del planeta tras su aprobación  como agente antiparasitario por diversas agencias regulatorias. Hoy se estima que más de 2000 millones de personas han sido recibido ivermectina para tratar diferentes enfermedades parasitarias (oncocercosis, geohelmintiasis, pediculosis, etc.) sin observarse efectos adversos de relevancia, lo cual es una prueba elocuente de la seguridad del fármaco. Por este descubrimiento, los investigadores Satoshi Omura y William Campbell recibieron el Premio Nobel de Medicina en el año 2015. Además de su uso masivo como antiparasitario en salud animal y humana, grupos de investigación en diferentes partes del mundo han estudiado el potencial terapéutico de la ivermectina frente a otros tipos de enfermedades. En este contexto y mucho antes de la actual pandemia, se reportó la actividad antiviral, antiinflamatoria  y antitumoral del fármaco a partir de diferentes estrategias de investigación.

El viernes 3 de abril de 2020, se difundió una publicación científica australiana en la cual se demostró en condiciones de laboratorio (en “tubo de ensayo”), que concentraciones elevadas de ivermectina inducían una notable inhibición de la replicación del  SARS-CoV-2.  A partir de esta evidencia, se comenzó a evaluar en diferentes países del mundo y con diferentes estrategias de estudio, la actividad antiviral de ivermectina, con el objetivo de evaluar su potencial utilidad en la lucha contra la pandemia de COVID-19.

De la amplia evidencia científica disponible hasta la fecha, se han identificado los siguientes elementos que dan sustento al uso de  ivermectina frente al COVID-19:

  • Eficacia de ivermectina como tratamiento antiviral en pacientes que cursan la enfermedad (Estrategia Terapéutica)

Se han realizado diferentes estudios en Argentina (1ra. evidencia mundial), Estados Unidos, Brasil, Perú, República Dominicana, Egipto, India, Irak, Bangladesh, Australia (entre muchos otros países),  usando ivermectina sola o combinada con otros fármacos. Aun cuando el esquema de dosificación ha sido diferente entre los diversos ensayos, en TODOS los trabajos disponibles en la literatura en los que se usaron dosis más elevadas que la dosis antiparasitaria tradicional, se ha podido identificar efectos positivos tras el uso del fármaco. Los principales efectos favorables observados pueden resumirse en:

-Disminución significativa de la carga viral en las secreciones respiratorias de los pacientes tratados (tratamiento en la etapa inicial de la enfermedad).

-Correlación positiva entre concentración del fármaco en el organismo y tasa de eliminación del virus SARS-CoV-2.

-Aceleración de la recuperación clínica, prevención del deterioro de los pacientes tratados en la etapa temprana de la enfermedad, y disminución de la proporción de enfermos que pasan a cursar la etapa pulmonar más grave.

- Utilidad de ivermectina en pacientes con compromiso pulmonar severo (datos obtenidos en Estados Unidos), lo cual estaría dado por su potente efecto antiinflamatorio.

  • Uso de ivermectina como una herramienta de profilaxis contra COVID-19 (Estrategia Preventiva)

Hoy se dispone (ensayos realizados en Argentina y en muchos otros países) de un volumen de información sólida sobre la actividad profiláctica/preventiva de ivermectina frente al COVID-19.  Dichos estudios de prevención han sido realizados en grupos de agentes/personal de salud y/o familiares de pacientes positivos, todos con alto riesgo de contagio. En todos los casos se observó una importante reducción en la incidencia de la infección por SARS-CoV-2 en las personas que habían recibido el esquema profiláctico con ivermectina, a pesar de los diferentes esquemas de dosificación utilizados. Más allá de requerir una estandarización de dichos esquemas de tratamiento, estos resultados exitosos son la base de los protocolos preventivos aprobados y en marcha en numerosas provincias y municipios de Argentina, y en muchos otros países.

  • Margen de seguridad

Ivermectina es un fármaco inocuo, con un elevado margen de seguridad.  Muy pocos reportes de efectos adversos se han informado tras la administración de miles de millones de dosis  en más de 30 países a lo largo de más de 30 años de uso. Diferentes estudios científicos avalan también la seguridad de este fármaco a dosis muy superiores (hasta 10 veces) a aquella aprobada como dosis terapéutica, no habiéndose observado efectos adversos colaterales importantes en seres humanos. Incluso la seguridad de ivermectina ha sido demostrada cuando se la administró  a la dosis de 0.6 mg/kg (3 veces la dosis aprobada) en niños parasitados de muy corta edad. Todo lo cual es  coincidente con lo observado en nuestro ensayo clínico, que como prueba de concepto mostró el efecto antiviral concentración dependiente del fármaco (dosis de 0.6 mg/kg/día durante cinco días), sin efectos adversos ni acumulación riesgosa de ivermectina en el organismo (monitoreo terapéutico).

 

Comentarios finales

Hoy podemos aseverar que existe un importante cúmulo de evidencia científica sobre la utilidad de la ivermectina frente al COVID-19. Este es un fármaco seguro, económico y que desde hace más de 30 años ha sido administrado a más de 2000 millones de personas en diferentes países del mundo, bajo condiciones sanitarias y nutricionales muy diversas. Con la información científica disponible y en el contexto sanitario en el que nos encontramos, consideramos necesaria una definición urgente de parte de aquellos que tengan responsabilidades regulatorias y/o médicas a los diferentes niveles. Esa definición permitirá realizar un uso controlado y bajo supervisión médica de esta herramienta de  utilidad farmacológica. En esa misma dirección, el panel de expertos denominado Alianza Crítica contra el COVID-19 con sede en los Estados Unidos, acaba de incorporar la recomendación de uso de ivermectina en protocolos profilácticos y de tratamiento temprano contra COVID-19, basándose en que el importante cúmulo de evidencia científica mundial es coincidente con el efecto beneficioso de este fármaco. Aún sin disponer de resultados de estudios clínicos a doble ciego y con placebo (Fase 3), en un momento de pandemia como el que vivimos actualmente, el mencionado panel apela a la declaración de Helsinki de la Organización Médica Mundial, la cual autoriza a los médicos a realizar intervenciones no aprobadas por entes regulatorios si existe el consentimiento del paciente, y cuando el profesional considera que puede ayudar a salvar la vida o a restablecer la condición de salud del mismo. Coincidimos con esta apreciación, y con el debate ético que llevaría implícito la no implementación de un tratamiento, cuando se dispone de contundente evidencia y respaldo científico sobre la efectividad y seguridad del fármaco ivermectina.  Desde nuestro lugar de científicos comprometidos con la sociedad que nos rodea y tras haber trabajado arduamente para realizar una contribución  de valor en el marco de la presente pandemia, aportamos elementos de información resumida de la importante cantidad de evidencia disponible. Los elementos que acá se resumen, pueden resultar de utilidad para que las autoridades médicas y regulatorias de los distintos estamentos del país en donde la utilización del fármaco aún no se ha aprobado, puedan considerar la implementación de esquemas y/o guías posológicas para el uso de la ivermectina contra COVID-19 bajo estricto control médico, junto a protocolos que permitan su evaluación bajo diferentes condiciones. Dada la situación epidemiológica actual que atraviesa nuestro país y lo observado en Europa con la segunda ola de contagios, este tipo de definiciones debiera tomarse con premura para poder contar a la brevedad con herramientas complementarias, para la prevención y control del SARS-CoV-2, que incluyan a fármacos y vacunas.  Las normativas vigentes indican que en condiciones “normales” se requeriría  de mayores detalles técnicos (estudios de Fase 3 que implican una cuantiosa inversión en recursos y tiempo no disponible) para satisfacer los estrictos esquemas de exigencias de los entes regulatorios. Sin embargo, la evidencia científica disponible en la literatura (eficacia y seguridad del fármaco) tiene la suficiente contundencia como para tomar decisiones en momentos “extraordinarios” como el que estamos transitando en la actual pandemia. Aunque todo es opinable y no consideramos ser dueños de ninguna verdad absoluta, pareciera que este es un momento de emergencia que amerita tomar decisiones al respecto.

Adrián Lifschitz

Luis Alvarez 

Laura Ceballos

Carlos Lanusse

Laboratorio de Farmacología, Centro de Investigación Veterinaria de Tandil (CIVETAN) (FCV, UNCPBA-CICPBA-CONICET), Tandil, Argentina

Nota aclaratoria: La información aquí brindada no justifica ni avala la automedicación por parte de la población, remarcando que cualquier decisión de uso del fármaco debiera ser con indicación y supervisión médica. Toda la información aquí brindada cuenta con el respaldo bibliográfico específico, quedando cada una de dichas referencias a disposición de quien resulte interesado. De la misma forma, nuestro equipo queda disponible para brindar detalles técnicos, facilitando acceso a las fuentes bibliográficas específicas y/o a contactos con equipos médicos de otras regiones/países involucrados en el tema, a los miembros de las sociedades/comunidad médica que así lo requieran.